joé que caló!
sí, ya sé que es la frase de una camiseta muy popular en las tiendas de guiris sevillanas, pero también es una expresión genuinamente de aquí (olé!), que dice el sentir de una persona cuando aprietan las calores por estos lugares. Y es que ya está aquí el veranito, ese tiempo para muchos esperado con la ilusión de ir a la playa o piscina, pero que en Sevilla se traduce en una caló asfixiante que hace falta refescar con una (o más de una) shervesita, tintito en su defecto, a cualquier hora del día.
Lo peor de todo esto es que encima uno se plantea cuestiones filosóficas en plena siesta, el deporte del verano. ¿Por qué cada vez que me duermo en el sillón, con el ventilador gira que te gira enfrente, al despertar tengo un charco de sudor en mi cara? En invierno no pasa por razones obvias, pero en verano, aunque tenga el motor de un Jumbo refrescándome la frente, siempre sudo. ¿Por qué? Al menos no creo que sea el único que tenga problemas de este tipo. Al pobre Camacho ya le pasaron factura sus axilas en Corea...
por jesús
Lo peor de todo esto es que encima uno se plantea cuestiones filosóficas en plena siesta, el deporte del verano. ¿Por qué cada vez que me duermo en el sillón, con el ventilador gira que te gira enfrente, al despertar tengo un charco de sudor en mi cara? En invierno no pasa por razones obvias, pero en verano, aunque tenga el motor de un Jumbo refrescándome la frente, siempre sudo. ¿Por qué? Al menos no creo que sea el único que tenga problemas de este tipo. Al pobre Camacho ya le pasaron factura sus axilas en Corea...
por jesús
4 comentarios
yisus_ -
Uno -
Noe -
Piedad, cariño y comprensión para los que no tenemos posibilidad de playa. (yo sigo con mi particular via crucis, debí ser muy mala en una vida anterior)
Besis
kartoffel -
Además hago una recomendación: nada de hacer deporte antes de las once de la noche, a no ser el siesting; de lo contrario el síndrome de camacho-macho puede contagiarse..