un envio de dios
ayer viendo crónicas marcianas volví a quedarme alucinada ante un espectáculo fuera de lugar. Sabido es por todos, que Javier Sardá ha perdido un poco los papeles, porque el género que tiene en su programa es de una "altísima calidad". Pero ese no es el caso. Lo que me alucinó fue esa personajilla, llamada Aida, que se denomina la enviada de Dios, la perfecta. Pues ella, muy digna y muy en su papel , como siempre, le dijo a un chico del público que Dios daba a cada uno lo que se merecía. La frase en sí no tiene mayor importancia, pues hay que reconocer que el chico estaba metiéndose con ella, pero si a esto le sumamos que él estaba en silla de ruedas, la cosa cambia. No sé a vosotros, pero a mi me indigna que una "don nadie" como ésta, salida de un programa como Gran hermano, se crea con derecho divino a menospreciar a los demás. Lo único que es de agradecer es que Sardá supo ponerla en su sitio.
por mar
por mar
7 comentarios
clin -
Esstupenda -
mar -
Esstupenda -
el problema es que yo conozco a alguna que se le parece o la imita.
QuieReMe -
Cotropico -
Prueba a ver con pastillitas azules...
Por cierto, la niñata esa... cateada.
yisus -